Super ego – Una bella adaptación del mito de Lu Dongbin
En Breve: Una adaptación del mito del sabio taoísta Lu Dongbin al mundo moderno. Consigue mantener un interés constante y combinar las enseñanzas taoístas con cierta moralina que aporta el director.
Un fracasado guionista, Sang Yu (Wang Talu), ha sido expulsado de su casa, ha visto como le robaban el ordenador, su agente (Cao Bingkun) le pedía devolviera el anticipo, y tiene que degradase a robar en un supermercado para poder comer. Su problema es que por la noche sufre tremendas pesadillas, lo que le impide dormir y le mantiene en un estado de continua excitación sin poder trabajar tampoco. Está a punto de suicidarse cuando recibe un poco de ayuda de un vendedor ambulante, que le aconseja que aprenda a decirse a sí mismo en el peor momento de la pesadilla “Estoy soñando”.
La oportunidad de poner en práctica ese consejo le llega cuando cae desmayado a la puerta de un supermercado. Es atacado por sus fantasmas, y cuando este le va a matar, dice “Estoy soñando”, y para su sorpresa no solo el fantasma desaparece sino que el espada con la que le intentaba matar se queda en el mundo real. Cuando va a venderla descubre que tiene un enorme valor. A la noche siguiente es un hacha de guerra, que también vende por una gran cantidad de dinero. A partir de entonces, para aprovechar ese don mágico que le permite convertir en reales los objetos de sus sueños, va provocando que estos se desarrollen en museos y otros lugares donde haya una gran riqueza y pronto se convierte en un potentado.
En realidad su único sueño es poder conquistar a la regente de una cafetería que por la noche se dobla como cantante ocasional, la Srta. Hua (Song Jia). Así que le compra el ruinoso negocio de la cafetería y consigue además aumentar el negocio. Entablan una amistad, y cuando ella quiere saber de dónde saca el dinero, confiesa ser guionista. Para hacer su historia creíble se pone a escribir de nuevo, consigue escribir una obra maestra y las productoras se pelean por sus futuros proyectos, es premiado en festivales y en un momento se convierte en una estrella del mundo del espectáculo.
No contento con eso, con su mayordomo, su ex agente literario, planea acabar con la pobreza que está en el origen de todos los males de este mundo, y busca óomo otorgar ese mismo don que él tiene al resto de la gente.
De repente las cosas empiezan a ir mal, todas estas riquezas parece que llevaban un precio con ellas que le está debilitando, y a la vez una banda de delincuentes se han fijado en sus enormes riquezas y le secuestran amenazando matarle.
La película se reinventa una y otra vez en los últimos minutos, mezclando los conceptos psicológicos del ego y el súper ego, con concepciones ya míticas en el folklore chino, especialmente el mito de Lu Dongbin, uno de los más importantes maestros taoístas. Uno entiende entonces todos los cabos sueltos que parecían ir quedándose a lo largo de la obra. Un tierno final pone el énfasis en la victoria del amor sobre el dinero. Y un último guiño al maestro Zhuang zi, también taoísta, nos hace dudar de nuevo de todo cuanto hemos visto.
La película es tremendamente original, y está dirigida e interpretada con gran maestría. Contiene escenas que pueden ser inolvidables en la historia del cine, visiones tremendamente poéticas de Beijing y plantea algunos problemas sobre el amor y el dinero presentes de forma cotidiana en la China de hoy. Como muchas de las obras que se están produciendo en China en los últimos años, en cuanto uno abandona estos géneros tan queridos aquí del kung fu, las películas de monstruos y el amor ñoño, es de una gran belleza e interés.
Wang Talu lleva gran parte del peso interpretativo y resulta creíble en los distintos formatos que su papel le obliga a adoptar. Los otros actores casi sirven solo de acompañamiento. Las escenas de fantasía, bueno, en ellas tiene China ya tal pericia que no se les puede sacar ninguna falta. Creo que es la dosis justa para lo que se desea narrar.
Es una película que se verá con agrado por cualquier aficionado al séptimo arte, con un componente mítico que a primera vista no se hace presente, el mito de Lu Dongbin, pero que una vez entendido pone en su justa dimensión cada una de las escenas.
Título original: 超级的我
Año 2019.
Duración: 1h. 42m
Dirigida por Zhang Chong
Guión de Zhang Chong:
Casting:
Wang Talu como Sang Yu.
Song Jia como Hua.
Cao Bingkun como el agente.
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