Por qué hay que estudiar el suicidio en la cultura china

Por qué hay que estudiar el suicidio en la cultura china

Mientras redactaba nuevos textos que formarán parte de mi Historia mínima de China, me aparecían suicidios en las más diversas circunstancias. Ministros y esposas que se enterraban voluntariamente para acompañar a los reyes en el otro mundo, generales que se quitaban la vida para evitar la humillación de la derrota, funcionarios que lo hacían para mostrar la sinceridad de sus ideas políticas, monjes budistas que se incineraban como un supremo sacrificio y se libraban a la vez del cuerpo que les impedía alcanzar el nirvana, mujeres que se suicidaron por el temor a ser violadas durante las campañas militares; viudas que ponían fin a sus vidas antes que volver a casarse, y ciudadanos desesperados que lo hicieron, tras ser designados enemigos políticos, durante la violencia que se desató tras la implantación del régimen comunista en el siglo XX. La mayoría de estas historias reflejaban la cultura tradicional china, y mostraban que los motivos que empujaron a la gente a quitarse la vida, su consideración social, el escenario en el que lo hacían e incluso el medio utilizado, también eran características de este país.

Para mi sorpresa, cuando la curiosidad me animó a seguir investigando, no encontré ninguna obra que lo tratara en toda su complejidad, habiéndosele dedicado sólo un puñado de libros y estudios académicos a los suicidios de las viudas durante la última dinastía[1] y a los de los monjes budistas en la China medieval, pero ninguno que le describiera y analizara en el amplio espectro de la historia y la cultura china. Hay estudios que destacan la importancia del suicidio en su religión, historia y cultura, que exploran y analizan el significado de la vida y la muerte para los habitantes de este país en diferentes periodos históricos y su consideración bajo los diferentes sistemas filosóficos y religiosos, pero ninguno que incorpore toda esa información en un solo libro. J.J. Matignon (1936:61), que dedica gran parte de su libro al suicidio, ya dijo hace más de 100 años: “Se podría escribir un volumen considerable sobre el suicidio en China, ya que probablemente no haya ningún país donde este crimen sea más frecuente. Se encuentra en todas las clases y en todas las edades[2]”. 

Los materiales relacionados con el estudio del suicidio proporcionan además visiones alternativas de algunos conceptos del pensamiento chino o enfatizan detalles generalmente despreciados. Gracias a ellos tenemos ideas más precisas sobre la lealtad al soberano o al marido, los sacrificios para pedir lluvia, la muerte violenta como proceso de deificación, el drama de la violencia de género, las técnicas taoístas de autodestrucción, y las budistas de autoinmolación. Y sobre todo, el ambiente que llevó a millones de personas a sacrificar su vida por sus ideas, o por el bien del pueblo, por dejar un buen nombre o para evitar los sufrimientos.

El estudio del suicidio en China es un asunto complejo, pues abarca casi 4.000 años y situaciones muy variadas, pero a la vez es un proceso fascinante pues presenta al investigador (y al lector) nuevas y sugerentes interpretaciones de la historia y la sociedad, nuevos ángulos desde los que valorar y comprender su religión, nuevos datos también, con frecuencia pasados por alto, que abren nuevas ventanas a la comprensión de la vida de las personas que protagonizaron la historia. En realidad cada una de las facetas del suicidio nos presenta más preguntas que respuestas, abriendo nuevos campos al estudio de su cultura. Es por ello que en este libro mi objetivo fundamental ha sido encuadrar los hechos históricos relacionados con el suicidio en los aspectos religiosos o culturales que ayudan a entenderlos, proporcionando al lector información para entender las razones por las que la gente se quitaba la vida en diferentes contextos históricos y sociales. Pero los libros tienen vida propia y a veces toman su propio camino. Este es uno de estos casos, y sin poderme negar a la evidencia que mi propia obra me mostraba, se hizo necesario explicar cómo la consideración china del suicidio fue uno de los factores decisivos en la caída de la dinastía Qing, y con ella del régimen imperial.

Tanto el investigador de la historia como el especialista en la religión o la sociedad, descubrirán en torno al suicidio nuevas perspectivas desde las que observar su objeto de estudio, que facilitarán la comprensión de la arqueología, el arte, la literatura o la vida ritual, pues todos estos campos han sido modelados por los suicidios. Ya saben los estudiosos de las religiones chinas que la muerte violenta, en la guerra o por suicidio, fue el hecho central en la creación de los espíritus peligrosos o fantasmas, que a diferencia de los que mueren en la familia y convertidos en ancestros la protegen, pululan con el mundo pudiendo causar desastres a los humanos. La lucha y protección contra ellos es la esencia de las actividades religiosas en China.

[1] Como libros dedicados íntegramente a este asunto, son imprescindibles: Theiss, Janet M. Disgraceful Matters: the Politics of Chastity in Eighteenth-Century China. University of California Press. 2004. Benn, James A. Burning for Buddha. Self – Inmolation in Chinese Budhism. University of Hawai’i Press. Honolulu. 2007 y Wu Fei, Suicide and Justice. A Chinese perspective. Routledge, 2010. Este ultimo toca los suicidios contemporáneos en el medio rural chino. También supuso un hito en las investigaciones modernas el número monográfico de Nan-nü sobre este asunto coordinado por Paul Ropp en el año 2001.

[2] Aunque él mismo cita a E. Vicente, que dijo: «El suicidio es un flagelo mayor en Japón que en China, la gente se suicida a cualquier edad, por cualquier cosa y por cualquier medio”.

Si te interesa este tema te recomiendo mi libro: La cultura del suicidio en China y la caída del régimen imperial. 

Sobre mí: Hace ya muchos años que llegué a China y desde entonces he compaginado mi tiempo entre los viajes y el estudio de la cultura de este país. Mis investigaciones más populares son las relativas a los caracteres chinos (Caracteres chinos: un aprendizaje fácil basado en su etimología y evolución), el Matriarcado en China (hay un libro con ese título), y las culturas de las minorías (Shangrilá). Puedes ver mis videos en Youtube, o mis fotos en Instagram (pedroyunnan).

En los viajes me he especializado en Yunnan, Tíbet, la Ruta de la Seda y otros lugares poco conocidos. Escríbeme si tienes pensado venir a China. La agencia con la que colaboro proporciona un servicio excelente y un precio imbatible. Tienes mi correo abajo.

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