Historia de la minoría Bai

Se sabe poco del origen de los Bai. Hay un buen número de teorías diferentes. Unos dicen que están relacionados con los Yi, y se originaron por tanto mucho más al norte de su posición actual. Otros les consideran aborígenes de la región del Lago Erhai. De lo que no hay duda es que los Bai son una de las minorías que ha recibido mayor influencia china.

Los Bai entran a la historia durante la dinastía Tang, cuando junto con los Yi establecieron el Reino de Nanzhao, cuyo primer rey PILUOGE fue llamado Rey de Yunnan.

Desde el siglo VIII al siglo XI el Reino de Nanzhao fue la estructura política más poderosa del sur de China. Gracias a su juego de alianzas con los chinos y los tibetanos, consigue el dominio del sur de China, el norte de los países vecinos, e incluso grandes porciones de la provincia de Sichuan. El Reino de Nanzhao es un importante centro comercial, pues en él confluyen las rutas comerciales que unen a China con Birmania; así como un centro religioso donde florece el arte budista. No obstante, aún hay abierto un cierto debate, no exento de connotaciones nacionalistas sobre la etnia de los fundadores de este régimen. Mientras en China se da por sentado que lo originan los Yi y los Bai, en Tailandia y otros países del Sureste Asiático se considera que fue un reino Shan, establecido por tanto, por sus propios antepasados.

Durante esta época se construye en canal Cangshan que permite irrigar miles de hectáreas de tierra. La agricultura prospera, las artes y la cultura florecen. El Reino de Nanzhao se desintegra tras 250 años de existencia. Las desigualdades en el interior de su sociedad provocan la tensión que le lleva a la extinción en el año 902.

Tras unos años de desorden surgió un nuevo centro de poder, el llamado Reino de Dali, (937-1253), que fue tributario de los chinos durante la dinastía Song hasta ser derrocado por los mongoles de Kublai Khan.

La conquista de los Mongoles fue una de las menos violentas de su larga campaña asiática, de hecho, las familias aristocráticas de los Bai mantuvieron el control de sus tierras y gentes hasta primeros del siglo XX.

Desde entonces chinos y Bai conviven pacíficos en la región de Yunnan, lo que no ha evitado algunos levantamientos ocasionales, como la Rebelión Panthay del siglo XIX, que a pesar de ser protagonizada por los musulmanes, creó una administración rebelde en Dali, donde se dieron los más encarnizados combates.

Mientras que los Bai que habitaban en las cercanías de Dali tenían una cultura bastante desarrollada. Los que emigraron hacia el oeste en tiempos de la conquista mongola, han permanecido más aislados en las montañas y zonas remotas, sufriendo una regresión cultural, que en algunas épocas les ha llevado a volver al esclavismo o a mantener en cualquier caso sociedades muy primitivas.

Los Bai en 1909

Descritos en el libro «A pie por China» de Edwin Dingle. 1911

Cap XVII

A partir de Hungay me encontré un tipo de gente que no había visto antes. Eran los Minchia (Pe-tso).

El Comandante H.R. Davies, cuyo tratado sobre las tribus de Yunnan al final de su excelente trabajo de viaje en la provincia, es probablemente el mejor escrito hasta el momento, escribe que sólo se encontró a los Minchia (antiguo nombre de los Bai) en las llanuras de Dali y Zhaozhou, y nunca el este del último lugar.

Esto era así cuando se viajaba hace diez o doce años, y el hecho que ahora hay muchas familias Minchia que viven en Hungay es un testimonio que su espíritu emprendedor como tribu va más lejos que la mera busca de los medios para vivir. Hay pocas dudas que los Minchia vinieron originalmente del país que queda entre la frontera de la provincia y la llanura entre Lijiang y Dali con sus lagos.

La mayoría de ellos visten como los chinos; muchas de las mujeres se vendan sus pies (práctica que está creciendo en popularidad), aunque aquéllas que no tienen los pies pequeños todavía son mayoría. En una ciudad pequeña que dista sólo unos pocos li de la ciudad de Dali todos los habitantes son Minchia, y no encontré dificultad en descubrir entre ellos a un hombre chino, pues hay evidentes diferencias faciales. Los Minchia tienen las narices más grandes, los ojos generalmente más separados, y la piel más oscura.

Los pantalones rosas están de moda entre las señoras-rastro de una debilidad femenina- pero no son de ninguna forma la característica distintiva de esta raza.

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Más información, y links a algunos artículos académicos se puede ver (en inglés) en Ethnic-China

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