El toro y el desarrollo político de la China neolítica

Dado que la historia de la penetración del ganado doméstico en China va paralela a la de la concentración política que dio lugar a las primeras ciudades y posteriormente a los primeros estados, esa lenta penetración del animal considerado como símbolo del poder imperial, podría haberse debido a la ausencia en la China de ese tiempo del anhelo dominador que dio origen a los primeros imperios. Cuando el deseo de dominación se hizo patente, primero en ciudades como Taosi, y posteriormente en los otros centros de poder que llevaron al establecimiento de la dinastía Shang, el toro también se convirtió en símbolo del poder imperial, utilizándose sus huesos en rituales que enfatizaban la comunicación con dioses y espíritus y su sacrificio, así como el consumo ritual de su carne en vasijas decoradas con motivos bovinos, en la actividad más importante del culto a estas deidades.

El panorama arqueológico en el que solo se descubren ocasionalmente restos de bueyes en complejos humanos, cambia radicalmente a partir del año 2000 a.n.e, cuando la presencia de bóvidos se hace más y más frecuente. Entre el Neolítico tardío y el final de la dinastía Shang, el ganado reemplazó a los cerdos como los animales de sacrificio más comunes. El número de huesos de oráculo de ganado también aumentó. La creciente importancia del ganado en el registro zoológico comenzó en sitios como Taosi y Zhoujiazhuang, lo que hace que estos sitios sean importantes para examinar los cambios en los roles sociales y económicos del ganado en la antigua China. (Brunson 17)

Los bóvidos en Taosi

Taosi es la primera ciudad china. Su descubrimiento en las últimas décadas del siglo XX y su posterior estudio está ayudando a entender cómo era la China justo antes del comienzo de las primeras dinastías. Entre sus restos destaca la gran muralla de loess prensado que rodeaba todo el asentamiento, el observatorio, que muestra la importancia que tuvieron las observaciones astronómicas en el desarrollo de la sociedad china, y el cementerio con más de 1500 tumbas. Muchas de las concepciones que se tenían sobre la antigua China han sido modificadas tras los descubrimiento de Taosi y otras ciudades de la época. Podríamos decir que Taosi es la última ciudad de China antes del inicio de la historia, y en Taosi ciertamente se ha descubierto el germen de muchas de las características culturales de la China posterior.

En Taosi se descubre una aceleración en la utilización de los bueyes, con muchos más esqueletos, muchos más huesos bovinos usados para la adivinación y la utilización de muchos más objetos fabricados con huesos u otras partes de los cadáveres bovinos. Lo que señala que sólo con el establecimiento de los grandes centros urbanos característicos de la última fase de la cultura Longshan, como la ciudad de Taosi, se ve una intensificación del protagonismo de los bóvidos en la cultura china, que adquieren por primera vez una importancia económica capital y una ritual y simbólica cada vez mayor.

En ese tiempo vemos que la utilización de sus huesos, tendones y piel, de su leche, su fuerza de tracción y su estiércol para combustible, hicieron del pastoreo de ganado una empresa rentable que cambió radicalmente la forma en que la gente utilizaba a los animales (Brunson 2015:22). Aunque los usos no económicos del ganado vacuno contribuyeron a su difusión en las Llanuras Centrales, a su vez proporcionaron nuevas fuentes de materias primas, riqueza y poder ritual.  De tal forma que el incremento del poder político simbolizado por el toro fue acompañado del desarrollo económico que produjo la utilización de su cuerpo y trabajo. Eso hizo que la posesión de un gran número de animales considerados sagrados respaldara posiciones de poder, y a la vez desarrollara la economía bovina, que podría haber sido uno de los motores que puso en marcha la especialización de tareas que caracteriza a las ciudades.

Aspectos económicos del culto al toro

Como podría esperarse, la intensificación de la utilización ritual de los bueyes fue acompañada del aumento de su utilización económica, pues al final de cada sacrificio la carne se repartía entre los presentes. En poco tiempo, las poblaciones de la antigua China  se encontraron con mayor disponibilidad de carne para su consumo, de más huesos y piel para ser utilizados en las industrias artesanas, de más leche usada como alimento,  y más bosta como abono, etc. En definitiva, la mayor utilización de bóvidos como animales sacrificiales trajo consigo un desarrollo económico debido a la presencia de nuevas herramientas y el aumento de la materia prima, trasformada en objetos de consumo y rituales.

Por eso se puede afirmar que a partir de la explosión civilizadora que se descubre en Taosi hacia el año 2000 a.n.e., el desarrollo económico, político, religioso y cultural de China tuvo como detonante la presencia de bóvidos en la sociedad, situación que se detecta en los restos arqueológicos, con un conspicuo aumento del número y variedad de restos bovinos, y con su división en dos contextos claramente diferenciados: los rituales y los industriales o económicos.

En Taosi había todo un distrito de la ciudad destinado a la producción industrial, con talleres especializados en la fabricación de los objetos de uso cotidiano o suntuario. En Erlitou, el primer sitio asociado con la primera dinastía Xia se ha descubierto un taller en el que la materia prima eran huesos de ganado doméstico, así como restos de su uso en sacrificios religiosos, donde el ganado se asoció con rituales vinculados al culto de los antepasados de la élite y con métodos para legitimar las reivindicaciones de poder.  En estas fechas la mitología posterior sitúa una serie de deidades y reyes míticos, que en muchas ocasiones tienen  una relación clara con los bueyes, de los que se hablará más adelante, a los que tal vez podríamos denominar “los reyes cornados de China.”

Podríamos considerar que el nacimiento de la industria en la China arcaica estuvo relacionado con un ganado bovino cuya importancia fue creciendo con el desarrollo de la sociedad imperial, pues: “En los períodos de los Erligang y a finales de la dinastía Shang, el ganado era la principal especie utilizada para fabricar horquillas y otros artefactos de hueso en enormes talleres de las ciudades donde se realizaba una producción masiva. La cría de ganado se había convertido en un elemento importante de la economía Shang, y su carne y sus huesos se desplazaban por todo su territorio en complejos sistemas de suministro y redistribución (Lu 2017).

Más información sobre el tema en EL AÑO DEL BUEY Y LA CULTURA CHINA