¿Quién es esa Diosa del Cielo que suelta flores?

¿Quién es esa Diosa del Cielo que suelta flores?

Cuando llegamos a un país con una cultura tan distinta como la China es como si un manto de niebla nos cubriera los ojos, permitiéndonos solo una visión borrosa de todo lo que nos rodea. Luego vamos reconociendo los caracteres de su escritura y la niebla se va aclarando. Nos acostumbramos más tarde a una serie de signos que se repiten en mil y un formatos, en pinturas, esculturas, revistas y periódicos, y aunque en la mayoría de los casos no llegamos nunca a descubrir su significado, su familiaridad nos permite aceptarlos en nuestros días sin tener que preguntarnos qué simbolizan.

Hay veces que lo descubrimos, por casualidad, y nos parece que conocemos un poco más el país en que vivimos, aunque la mayoría de sus habitantes ignoren tanto como nosotros extranjeros el significado de sus iconografías más populares.

Damas esparciendo flores nos parece algo tan consustancial a la iconografía oriental de la mujer que no hace falta preguntarse si significa algo más. Puede que algún lector de “EL Matriarcado en China”[1] recuerde que los niños son como flores entre algunas minorías del sur y piense, como yo habría pensado. que es una diosa celestial otorgando niños a las familias humanas.

La Diosa en una escena budista

En su origen era una diosa celestial, y acabo siendo pintada y regalada a los amigos como símbolo de buena suerte y felicidad, pero su historia es mucho más complicada. Como nos cuenta Chen Liu[2] en un brillante artículo, esa imagen femenina distribuyendo flores es efectivamente una Dama Celestial, pero originalmente formaba parte de un cuadro mucho más complejo, del que formaban parte también un número variable de personajes, y en el que las flores jugaban el papel más importante. Es la escena de la visita del Bodhisattva Manjusri[3] a Vimalakirti[4], que fue narrada en el llamado Sutra de Vimalakirti, traducido al chino por Kumarajiva y desde este idioma a algunos occidentales[5], entre ellos el español.

La escena muestra como durante la mencionada visita de Manjusri y sus discípulos a Vimalakirti, que se ha fingido enfermo para provocar ese encuentro[6], en medio de sus discusiones sobre las leyes budistas, la Diosa del Cielo hace su aparición y dispersa hacia arriba una cesta llena de flores. Las flores caen sobre los congregados. Cuando lo hacen sobre los bodhisattvas resbalan por sus cuerpos y terminan en el suelo. Cuando lo hacen en cambio sobre los cuerpos de los discípulos se quedan pegadas a ellos y por más que lo intentan no se las pueden despegar.

Las flores simbolizan la vida secular, los placeres y cosas bellas que esta vida nos ofrece.

Las palabras de la diosa

Viendo que los discípulos se siguen esforzando por despegarse las flores sin conseguirlo, la Diosa del Cielo le dijo a Shariputra, uno de ellos:
«¿Por qué intentas quitarte las flores?»
«Estas flores no están de acuerdo con la Ley», respondió. «Por eso trato de librarme de ellas».

La diosa le dijo, «No digas que estas flores no están de acuerdo con la Ley. ¿Por qué no debes decirlo? Porque las flores no hacen tales distinciones. Tú, en tu pensamiento, has hecho estas distinciones, eso es todo. Si alguien que ha dejado la vida familiar para seguir la Ley de Buda hace tales distinciones, eso es lo que no está de acuerdo con la Ley. Uno debe sentirse sin distinciones para estar de acuerdo con la Ley. Mira los bodhisattvas – las flores no se pegan a ellos porque ya han cortado con toda idea de distinciones.”

“Así como los espíritus malignos son capaces de aprovecharse de una persona que está acosada por el miedo, así también, como vosotros, discípulos, tenéis miedo del ciclo del nacimiento y la muerte, los sentidos de la forma, el sonido, el olfato, el gusto y el tacto son capaces de aprovecharse de vosotros. Pero una vez que una persona haya acabado con el miedo, entonces los cinco deseos que surgen de estos sentidos no serán capaces de llegar a ella. Mientras uno no haya eliminado todos esos obstáculos, las flores se pegarán a él. Pero no se pegarán a alguien que los haya eliminado por completo.”

La transformación de la diosa

Como vemos la Diosa del Cielo dispersando las flores era un motivo religioso que invitaba a la reflexión sobre el compromiso personal con las leyes del budismo. Como tal está representado en una de las cuevas de Dunhuang. Pero posteriormente, posiblemente según el budismo fue perdiendo el favor de las clases aristocráticas de China, sus complejas connotaciones religiosas dejaron de tener interés, mientras que la imagen de la diosa distribuyendo flores, que seguían siendo un símbolo de las riquezas y placeres de la vida secular, era cada vez más anhelada y regalada como símbolo de buena suerte y felicidad.

En las pinturas aparece ya solo la Diosa del Cielo Esparciendo Flores, y posteriormente, para permitir a todo el mundo disfrutar de estos buenos deseos, imágenes semejantes son impresas en serie y distribuidas por un precio asequible.

Ahora, cuando volvamos a ver a la Dama del Cielo esparciendo flores, ya sabremos que ese bello símbolo no solo expresa los mejores deseos de buena suerte y felicidad, sino también y originalmente, todo lo contrario, es decir, reflexionar porque seguimos anclados a los deseos de placeres materiales y las cosas bellas que nos ofrece la vida[7].

En la colección de pinturas de la Ciudad Prohibida de Beijing, una selección de las cuales se suele ir exponiendo en los salones al oriente de su eje principal, hay veces que se pueden ver obras de las dinastías Song, Ming y Qing narrando esta transformación.

NOTAS

[1] Miraguano Ediciones. Madrid 2010.    

[2] From Narrative to Transformed Narrative: Visualizations of the Heavenly Maiden and the Maiden Magu. En Claudia Brown. Myriad points of view : new research on Ming and Qing paintings in the Roy and Marilyn Papp collection. Phoenix Art Museum. 2006

[3] El bodhisattva de la sabiduría

[4] Vimalakīrti, un rico laico budista que se considera un parangón de la virtud budista.

[5] Hay varias traducciones al inglés. De entre ellas la más apreciada es obra de Burton Watson, que seguiré aquí por hallarse en el texto de Chan Liu, y hay también una traducción al español, obra de Laureano Ramírez Bellerín, de quien ya hemos comentado en esta página otras traducciones.

[6] Cuando el gobernante de la región y otros funcionarios le visitan, aprovecha la oportunidad para exponer las enseñanzas del Dharma. Cuando el Buda Śākyamuni se entera de la situación, pide a cada uno de sus diez principales discípulos que visiten a Vimalakirti durante su enfermedad, pero todos se niegan, alegando cada uno un incidente pasado durante el cual Vimalakīrti lo reprendió por alguna deficiencia en su comprensión del Dharma, hasta que Mañjuśrī, el Bodhisattva de la sabiduría, finalmente accede a visitarlo (Tierra Pura de la Luz Serena ).

[7] El proceso iconográfico de la transformación se puede ver en pinturas de las dinastías Song, Ming y Qing en la Ciudad Prohibida de Beijing. 

Citar como: Ceinos Arcones, Pedro, "¿Quién es esa Diosa del Cielo que suelta flores?," in Chinaviva, 9 enero 2021, https://chinaviva.com/quien-es-esa-diosa-del-cielo-que-suelta-flores/.
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