La creación del mundo entre los Wa de China
Apenas se hubo terminado de formar el cielo, parecía la espalda de un sapo, llena de bultos y salientes, era muy feo. El dios Li[1] extendió sus manos y estuvo puliendo sin parar. Nadie sabe cuántos años estuvo puliendo, pero al final el cielo estaba tan pulido como el vientre de un pez, resbaladizo y brillante. Y en ese cielo brillante, plano y resbaladizo colocó el dios Li el sol, la luna y las estrellas. Desde entonces el cielo se transformó en algo hermoso.
Apenas se hubo terminado de formar la tierra, parecía la piel del vientre de la cigarra completamente vacía, muy desagradable. El dios Lun[2] utilizó barro para ir amontonándole donde nadie vivía, amontonando y amontonando hizo las altas montañas y los valles profundos, hizo los ríos y los diques. Desde entonces la tierra se transformó con una forma semejante al cuerpo de una serpiente de crin de caballo[3] donde había zonas altas y zonas bajas, barrancos y colinas, muy agradable a la vista.
Cuando el dios Li estuvo puliendo el cielo y la tierra, los restos cayeron al gran mar, absorbiendo el agua. Desde entonces los ríos y lagos cambiaron de forma conveniente.
La separación del cielo y la tierra
En ese tiempo el cielo y la tierra estaban unidos por una cadena de hierro. El cielo y la tierra, de hecho, estaban muy cerca. Los innumerables seres que vivían sobre la tierra no estaban cómodos, quejándose continuamente ante los dioses Li y Lun. Estos ordenaron a Daneng, el Dios de los Animales, que cortara con un hacha enorme la cadena que mantenía unidos al cielo y la tierra. El cielo entonces fue ascendiendo cada vez más alto, mientras la tierra iba descendiendo cada vez más abajo. Desde entonces el cielo y la tierra se separaron.
El cielo y la tierra originalmente eran un matrimonio. Ellos no soportaban la separación, lloraban y lloraban sin parar. Nadie sabe cuántos días lloraron, cuantos años estuvieron llorando, pero las lágrimas que fluían sin parar se convirtieron en la lluvia y las nubes.
En aquella época, sólo existía el día y no la noche. Cuando el sol descendía la luna se elevaba, y cuando ésta descendía era el sol el que se elevaba. La comida la cocía el sol, la luna hervía el agua. Los seres vivos que poblaban la tierra no podían vivir, quejándose continuamente ante Li y Lun. Tras deliberar la forma de solucionar este problema tomaron un gran árbol y lo colocaron en la luna[4], de tal forma que se convirtió en algo fresco y oscuro. Desde entonces existe la división entre el día y la noche.
El origen de los terremotos
Daneng se podía comer 200 kilos de arroz rojo[5] de un bocado, de un paso podía cruzar 1000 lis[6], con la punta del dedo podía levantar un elefante, y el tambor de madera que ni siquiera diez hombres podrían mover, él se lo puso como adorno colgándole de su oreja[7]. Cuando Daneng cortó la cadena que mantenía unidos al cielo y la tierra, los seres vivos temían que el cielo volviera a caerse aplastando todo lo que vivía sobre la tierra, entonces Daneng sostuvo el cielo con sus dos manos, desde Ximeng[8] todo hasta Xibu y Dawa. Al llegar a Anwa pataleó con tanta fuerza sobre la tierra que rompió su superficie y su cuerpo cayó penetrando en su interior. En el interior de la tierra no veía la luz ni distinguía la claridad. En ese lugar frío y oscuro nadie sabe cuántos años pasó. Temía que todos los seres vivos sobre la tierra acabaran por extinguirse, y así cada varios días hacía temblar un poco la tierra, como preguntando si sobre su superficie aún había seres vivos. Entonces la gente, asustada por el temblor de tierra, golpeaba sus gongs y batía sus tambores, disparaba sus escopetas y gritaba dando grandes voces. Al escuchar esos sonidos Daneng se tranquilizaba y dejaba de agitar la tierra.
La creación de todos los seres que hay en el mundo se hizo en todo momento según se había preparado de forma ordenada, tras crear el cielo y la tierra, Li y Lun crearon las plantas y los animales. Luego enviaron a Puling, el dios de los vegetales, a dirigir a los vegetales y a Daneng a gobernar a los animales.
Extracto de “La creación del Mundo y otros mitos de los Wa”, de Pedro Ceinos Arcones. El libro está disponible para ser descargado gratuitamente en www.archive.org
[1] El Dios del Cielo. Li en idioma wa es “pulidor, frotador”. A veces se ha traducido como el Dios Liji (N. del T. al chino).
[2] El Dios de la Tierra. Lun es amontonar en idioma Wa. A veces se le llama Dios Luan. (N. del T. Al chino)
[3] 马鬃蛇 en chino.
[4] También entre los chinos existe la creencia en la existencia de un árbol en la luna. Entre ellos un osmanto.
[5] En chino 小红米
[6] Medida de longitud china, equivale más o menos a medio kilómetro.
[7] En algunas zonas las mujeres Wa aun se cuelgan en la oreja enormes adornos. Tal vez esta deidad fuera de sexo femenino.
[8] Ximeng y Xibo en la provincia china de Yunnang. Dawa y Anwa en Birmania.
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