Fiesta del Fuego de los Yi

En las montañas al oeste de Kunming, los miembros de la minoría Axi celebran uno de los más curiosos festivales de la región. Conocido como el sacrificio al fuego entre los expertos es un ritual que mezcla el culto al fuego y al ancestro que se lo proporcionó por primera vez, con rituales de fertilidad posiblemente aún más antiguos.

Según sus leyendas cuando la humanidad no conocía el fuego, vivía vidas difíciles, sin poder calentarse ni cocinar los alimentos. En una ocasión en que la gente estaba empapada por la lluvia, el héroe Madeng frotó dos maderas hasta que por fin surgió una chispa y los Axi tuvieron fuego por primera vez. A partir de entonces su vida mejoró, pudieron calentarse en invierno, ahuyentar a las fieras por la noche, cocinar sus alimentos y ver en la oscuridad. Madeng se convirtió en el Dios del Fuego, y el hogar en el elemento más importante de sus casas.

El Sacrificio al Fuego de los Yi es un homenaje al héroe Madeng. Miles de personas de las aldeas vecinas, ataviados con sus vestidos de fiesta, se dirigen a Hongwan para participar en la misma, cientos de curiosos llegados de las ciudades cercanas intentan vislumbrar los detalles más llamativos del ritual. Dada la concentración humana en una aldea donde habitualmente sólo viven poco más de 1.000 personas, el sacrificio de un cerdo y un pollo al dios Madeng se realiza en el interior del bosque, lejos de los ojos de los curiosos. El momento culminante, cuando dos hombres semidesnudos, maquillados con los colores de la tierra: amarillo, blanco y negro, repiten la hazaña de Madeng frotando un gran palo en un agujero de madera, es seguido con atención por nativos y visitantes.

Luego viene la fiesta. Los Axi disfrutan de su día más importante comiendo en alguno de los numerosos restaurantes improvisados en los campos cercanos, participan en los juegos populares, y simplemente aprovechan para visitar a los vecinos o parientes; mientras los visitantes foráneos contemplan sus bailes tradicionales o las competiciones de lucha de los jóvenes. Al final, los más osados saltarán sobre el fuego poniendo punto final a la fiesta.

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