Religión de los Shui

Los Shui tienen un complejo sistema religioso que les presenta un mundo poblado de espíritus.

Todos los objetos tienen su espíritu, en todas las actividades o acontecimientos importantes, como matrimonio, desgracias, enfermedades o muerte, pueden intervenir los espíritus.

Es por ello que piden la ayuda de hechiceras (más poderosas), que cantan los ritos adecuados y sacrifican animales para que cada actividad se pueda desarrollar felizmente.

Para ellos hay unos 300 espíritus principales, que se dividen en tres tipos: protectores, bondadosos y malvados. A los espíritus que perteneces a los dos primeros se les deben de realizar las ceremonias adecuadas para que extiendan su acción benéfica sobre la gente. Al tercer tipo sólo se realizan ceremonias para expulsarlos, pues nunca van a hacer ningún bien a la gente.

El Libro de los Shui es muy importante para las ceremonias religiosas. Consta de un Libro Blanco para las cosas buenas, y un Libro Negro para las malas.

Ni los chamanes ni las magas o videntes han abandonado las tareas de producción, mientras van desarrollando esas cualidades que les permiten ponerse en contacto con los espíritus, desarrollan una vida común al resto de la población de la comunidad.

Sus dioses principales son:

El Dios de los Campos, del que depende la cosecha y supervivencia de las personas. Sus ceremonias se realizan en la época de siembra y cosecha.

El Dios de la Puerta, que protege a la familia.

La Diosa Señora, que protege a los niños.

Los Shui creen que tras la muerte el cuerpo se descompone pero el alma puede permanecer convirtiéndose en un fantasma. Hay que realizar los funerales adecuados para evitarlo. Estos funerales tienen un componente festivo importante. Mientras se sacrifica ganado en honor del espíritu del fallecido, se canta, se baila y se representan óperas.

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