El origen de la muerte entre los Qiang

050711

Hace mucho, mucho tiempo, cuando la gente llegaba a vieja cambiaba una capa de piel y se transformaba de nuevo en joven.

En aquel tiempo había una anciana pareja, que a pesar de haber vivido más de 800 años, aún no habían muerto. Hubo un día en que ambos se encontraban cansados de tener que buscarse la vida. La mujer dijo: "Tener que estar siempre buscándonos la vida así cambiando de piel me tiene bastante enfadada. ¿No será mejor que la gente deje de cambiar de piel y no tenga que preocuparse de ganarse la vida?"

La conversación de esta pareja fue escuchada por una serpiente que casualmente estaba cerca de ellos.

Esa noche, cuando se hizo oscuro el hombre no volvió a casa. La mujer le esperaba y esperaba. Llegó la media noche y el hombre seguía sin aparecer. Entonces la serpiente se presentó ante ella disimulando:
"Hermana, ¿estas aquí esperando a tu compañero?" La mujer dijo: "Así es. Ya ha pasado la media noche y aún no ha regresado." La serpiente dijo entonces: "Hermana, no te preocupes, yo sé donde está. Sólo quiero que cambiemos una cosa y te diré donde encontrarle."

"¿Qué quieres que cambiemos?", le preguntó la mujer.
La serpiente dijo: "Tu dime la manera de cambiar de piel y yo te diré a cambio la manera de morir."
La mujer dijo: "Vale, vale".

De esta forma la mujer enseñó a la serpiente la forma de cambiar de piel, aprendiendo por su parte la forma de morir. A partir de entonces, la gente no se cambia de piel y muere, mientras que la serpiente cambia de piel y no muere.

Es por eso que en la actualidad los hombres siguen diciendo: "Si ves una serpiente y no la das tres golpes, cometes una falta."

La serpiente está asociada con la mujer desde las mitologías más primitivas. Esa asociación de la serpiente y la mujer es un tema extendido por todo el mundo. Al leer este cuento, la mayoría de los occidentales habrán recordado rápidamente la escena de Eva en el paraíso. Allí, como aquí una serpiente es la causante de la aparición de la muerte entre la humanidad. El nuestra mitologías, mediante la tentación, no claramente definida; y en el cuento aquí expuesto, mediante el deseo de descansar de una vez por todas.

Un episodio muy parecido a este se encuentra en el poema de Gilgamesh de la mitología babilónicas, en el que el protagonista se convierte en un mortal también tras ser engañado por las serpiente. De hecho Gilgamesh, es comido por una serpiente, desde entonces las serpientes pueden cambiar de piel para volver a nacer, mientras que las personas son mortales y deben morir

Sin embargo, un buen número de autores aseguran que la serpiente en general es un símbolo de la vida eterna, y que tanto en el mito de la Biblia, como en el de Gilgamesh, el héroe de Mesopotamia, y este que hemos presentado de los Qiang, su papel estaría invertido.

En ellos la serpiente no es símbolo de la vida eterna, sino de la muerte. Aunque tal vez ambos se han las dos caras de la misma moneda.


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