Los Mosos y sus diosas

Los Moso creen en numerosas diosas y dioses. Para ellos la mayoría de los fenómenos de la naturaleza tienen su propio espíritu, y así veneran a la Diosa de la Montaña y a la Diosa del Agua como deidades principales. Por cierto que ellos consideran que las deidades que la montaña son siempre femeninas. La Diosa Montaña no son un fenómeno único de los Moso, sino que forma una parte importante del culto religioso de la India, y es común también a muchas otras minorías de China. Posiblemente ese culto a las montañas existió en China de desde tiempo inmemorial. Hoy en día aún se veneran a las montañas sagradas, que aunque actualmente se consideran masculinas, en tiempos antiguos debieron ser femeninas.

Los Moso creen también que el cielo y la tierra, el sol y la luna, las estrellas, el viento y la lluvia, los relámpagos y los rayos, el fuego y otros muchos fenómenos naturales también tienen su espíritu. Ellos consideran además que la gente al morir se transforma en un fantasma. Eso ha llevado a unos a decir que creen en "800 dioses y 3.000 diablos". Es por ello por lo que frecuentemente realizan acciones en honor de sus dioses. Ellos piensan que los días 1 y 15 de cada mes lunar, o en algunos casos los días 5 y 25, son los días favoritos de los dioses para salir a hacer sus actividades, es por ello por los que suelen elegir estos días para venerarnos.

Las actividades más comunes para venerar a sus dioses son las llamadas "rodear las montañas" y "rodear el lago". Tanto para una como para otra ceremonia, eligen estos días considerados propicios mencionados anteriormente.

Para la fiesta de "rodear a la montaña" cada familia se va a un lugar fijo en el bosque, ya que cada familia tiene uno de tales lugares, llamados Suokuaku, en la falda de la montaña. Allí queman hojas de pino y realizan reverencias o koutou en honor de las diosas de la montaña, mientras rezan las plegarias oportunas. Permanecen allí hasta que el incienso se acaba, entonces apagan el fuego y vuelven a casa.

La actividad de "rodear el lago", o venerar la Madre Lago, es una actividad en honor a la Diosa del Lago. Al rodear el lago, también tienen lugares fijos donde suelen parar a quemar incienso y hacer las reverencias. Generalmente pasan unas 10 horas en la circunvalación del lago, la mitad del tiempo venerando a la diosa y la otra mitad divirtiéndose.

De entre las montañas, la más importante es la llamada Gemu, que se traduciría como la Montaña de la Chica del Águila Sagrada, o la Montaña Madre, o por la forma que tiene, la Montaña de León.

En cuanto al origen de este culto se cuenta que hace mucho, mucho tiempo, vivía entre los Moso una chica llamada Gemu, famosa por su belleza, y sobre todo por su capacidad para bordar. Se dice que apenas veía un pájaro del cielo, una flor, una mariposa, enseguida la bordaba con precisión. Tal era su fama que tenía numerosos pretendientes que llegaban cada día a la puerta de su casa solicitando su amor. Pero ella no accedía a estar con ninguno. Su fama creció de tal forma que llegó hasta el cielo, y allí un dios también se encaprichó de ella y bajo a la tierra montado en el viento, llevándose con él a la muchacha al cielo. La gente en la tierra, sorprendida, le pidió que la libertara. Pero el dios exigió que le sacrificasen 9.000 parejas de cabras blancas y otras 9.000 de cabras negras. Vemos aquí la simbología de los números, pues el nueve es el número masculino, y es la ofrenda que exige este dios. Mientras que el siete ese número femenino. La gente accede a hacer esa ofrenda, pero descubren que el dios les ha engañado y Gemu no vuelve la tierra. Su cuerpo se queda en la Montaña de León y su alma se convierte en una diosa. La gente, para recordarla, llama a la Montaña de León, desde entonces la montaña de Gemu, y la venera, especialmente cuando hace la ceremonia de rodear la montaña. Algunos dicen que a veces aparece montada en un caballo blanco.

Tradicionalmente se rodeaba el lago a pie o a caballo, pero en la actualidad algunos lo hacen sobre una bicicleta o sobre una moto.

De las ceremonias de rodear la montaña la más importante es la que se celebra el 25 de julio del calendario lunar, para venerar a la montaña Gemu. Ese día, por todas las partes de la montaña se ven a numerosos Mosos vestidos de fiesta y llevando consigo alimentos para realizar un banquete. Algunos van andando, otros a caballo. Tras rodear la montaña, cada uno va a su lugar Suokuaku donde quemará el incienso y realizarán reverencias a la montaña, colgarán un cuadro de la Diosa de la Montaña, y rezará a la diosa Gemu para que les libere de toda desgracia, para que sus cereales prosperen, para que personas y ganado florezcan. Además veneran a la Diosa de la Montaña ofreciéndole fruta, agua limpia, vino, carne etc.

Cuando el culto a la montaña se acaba, empieza un gran banquete en el que hombres y mujeres, niños y mayores se reúnen y bailan el Baile de León, el del jiachati, (un tipo de noria en la que se empujan como el guitomás), carreras de caballos, todo en ambiente alegre y festivo, que algunos aprovechan para conocer a nuevas parejas, con las que luego mantendrán una relación de Azhu.

La fiesta continúa varios días, durante los que es común encontrar a la gente de la aldea que sale en grupos hacía las montañas, generalmente vestidos de fiesta, y acompañados de sus dabas y sus lamas, y cada vez que llegan algún sitio del culto o Suokuaku realizan alguna reverencia a sus diosas, quemando incienso, hojas de pino y esparciendo para la diosa agua, leche y un poco de carne y vino. Sobre la rama de un árbol colgarán alguna imagen de su tótem y algunas telas y papeles. El daba recitará poemas y cantos a la Diosa de Montaña, y el Lama leeré también escrituras a la montaña, tocando el tambor con una mano y la campanilla con la otra, mientras algunos chavales hacen sonar la caracola.

Todas las músicas se mezclan en un aire festivo. Hombres y mujeres deben de realizar koutou (inclinación típica de China) a las cuatro direcciones y a las ocho direcciones. Cuando han hecho esta ceremonia desde cada uno de los lugares donde se le rinde culto o Soukuaku, vuelven a sus casas.

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