Nacimiento de un niño entre los Lisu

20101025

Las mujeres Lisu no están obligadas a abstenerse de ciertas comidas durante el embarazo y continúan realizando sus actividades domésticas mientras pueden hacerlo. Cuando el nacimiento es inminente, el marido llama a sus ancestros por su nombre espiritual, ofreciéndoles un sacrificio de sal, un pollo y vino mientras invoca su ayuda para un feliz nacimiento del niño. Las mujeres ancianas se reúnen en la casa y usan una cuerda de cáñamo para atar el cordón umbilical. Entonces se lava al niño, mientras su nacimiento es anunciado a los antepasados por un sacerdote local.

En la tercera mañana tras el nacimiento, el niño recibe su nombre "enterrado" o espiritual, un nombre que solo se usará por sus padres unas pocas veces durante su niñez, pero que no se volverá a pronunciar cuando el niño crezca y que supondrá una gran ofensa e incluso el derramamiento de sangre, su uso por un extraño. Cuando el niño es nombrado por sus progenitores, el padre anuncia en nombre enterrado a los ancestros, y es raramente usado hasta su muerte, cuando los sacerdotes le usarán para convocar al espíritu que se va, dirigiéndole a su hogar ancestral.

En los días décimo, vigésimo y trigésimo tanto la madre como el hijo son bañados, sin que ninguno pueda abandonar el hogar familiar hasta que el ultimo baño se ha completado, so pena de que ser afectados por alguna enfermedad. La nueva madre tiene prohibido comer guindilla y brotes de soja agrios, beber licores fuertes o dulces durante ese periodo, durante el que es cuidada por sus amigas que no le dejan reanudar sus labores domésticas. Cuando se completa el mes se sacrifica un ave de su corral a los espíritus ancestrales y madre e hijo son libres ya de entrar a la aldea, sin que se demande posterior ofrenda para la purificación de la mujer. Durante esos treinta días de confinamiento en la casa, la cama de nacimiento no se mueve, y hasta el padre la evita por temor a sufrir enfermedades cutáneas. Al final de este periodo la cama y su ropa es limpiada y purificada o destruida con fuego.

De: Lisu (Yanwin) tribes of the Burma-China Frontier, by Archibald Rose and J. Coggin Brown. In Memoirs of the Asiatic Society of Bengal, vol II, No 4, pp 249-277. The Asiatic Society. Calcuta, 1910.


| Home| Libros| Viajes| Arte | Nombre chino | Etnias | Horóscopo | Cultura | Quienes somos | | Contacto ||

Copyright © 2004 www.chinaviva.com