Algunas costumbres de los Lisu

Extendidos por las regiones más inaccesibles de un vasto territorio, existen grandes diferencias entre la forma de vida de unas zonas yotras.

Donde más se concentran, en la Prefectura Autónoma de Nujiang de los Lisu y los Nu, los más aislados todavía realizan agricultura de roza y quema, y conservan la propiedad comunal de las tierras. En los lugares más fácilmente accesibles su cultura se ha transformado mucho.

Antes comparaban y vendían esclavos, que una vez adquiridos se integraban en la familia. Pero ya no hay esclavos entre ellos.

Su sociedad original, tal como se conserva en las zonas aisladas o donde la influencia de los estados ha sido menor, es una sociedad igualitaria, en la que no existen jefes ni ocasionales ni permenentes, donde hombres y mujeres disfrutan de los mismos derechos y obligaciones. No obstante, donde llegó la influencia del mundo chino, su sociedad cambió rapidamente. Si bien siguieron organizados en clanes, que vivían de forma compacta en el territorio de una aldea, pasaron a estar dirigidos por un anciano, que presidía las ceremonias políticas y religiosas, declaraba la guerra, arreglaba las disputas internas e incluso recogía impuestos en nombre del emperador. En Tailandia, esos jefes, son conocidos entre la gente como "jefes de Tailandia" destacando su papel ajeno a la cultura tradicional Lisu.

Posiblemente la figura de estos jefes haya estado inspirada en los chamanes que en la sociedad tradicional, que se convertían en intermediarios entre el mundo de las personas y el de los dioses.

A la muerte de los ancianos se celebra un luto especial de 2 ó 3 días sin trabajar. Luego se les entierra con sus arcos y cuchillos.

Las aldeas de los Lisu están en la ladera de la montaña. No parecen mostrar una distribución especial, las casas no están alineadas, no forman calles entre ellas, sino que parecen construidas en el territorio sin seguir ninguna razón. Más arriba de la aldea, suele haber tres o cuatro altarcillos bajo un árbol frondoso, rodeados por una valla, donde se concentran sus actividades religiosas.

Viven en casas de madera o bambú, generalmente construidas sobre pilotes para evitar las molestias de los animales. Detrás de cada casa suele haber un altar de los antepasados. En muchas zonas construyen ya casas de estilo chino, de adobe o ladrillo, según las posibilidades económicas.

Tienen un calendario de 10 meses, que se nombran según las actividades que se deben realizar, así el año se inicia con:

Mes que abren las flores.

Siguen por este orden:

Mes que cantan los pájaros.

Mes que el sol quema las montañas.

Mes del hambre.

Mes de reunirse.

Mes de la cosecha.

Mes de hacer vino.

Mes de la caza.

Mes de pasar el año.

Mes de levantar las casas.

Antes tenían un tipo de tribunales, que ante los delitos recurrían a los "juicios de Dios", con aceite o con sangre de pollo.

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