Matrimonio de los Hani

En general, la mayoría de los Hani disfrutaban de libertad sexual antes del matrimonio, cuando los jóvenes se conocen en reuniones musicales. Pero cada uno de los grupos étnicos hani mantiene unas costumbres que les diferencian de los otros.

En la zona de Menghai los jóvenes se pintan de rojo los dientes para indicar que han alcanzado la mayoría de edad, y se trasladaban a una casita cercana donde vivía con otros jóvenes de su edad. Las chicas por su parte, reflejaban en su tocado las distintas etapas de su juventud. Durante todo este tiempo vivían fuera de la casa paterna para tener más libertad a la hora de buscar un marido. En Xishuangbanna existían casas públicas en las que jóvenes de ambos sexos pasaban la noche.

Los matrimonios solían estar decididos por los padres. En algunas ocasiones el tío materno tenía preferencia a la hora de casar a una muchacha con uno de sus hijos. Otras veces se realiza un intercambio de esposas entre diferentes familias para evitar los excesivos gastos de las dotes.

Cuando los hijos no estaban de acuerdo con la pareja que les han designado, pueden realizar un matrimonio secreto con la persona que aman, huyendo después. Vuelven a los pocos días presentando a las familias con el hecho consumado. Se llama Matrimonio por rapto.

Si un hombre no tenía riquezas podía practicar el matrimonio por servicio, mediante el que era adoptado en la familia de su mujer adquiriendo las mismas obligaciones que un hijo.

Son monógamos generalmente, y muy raramente los hombres tomaban una segunda mujer.

Aunque en la familia se daba una división del trabajo, la mujer se encontraba en situación de inferioridad. Las viudas pasaban a casarse con un hermano del marido.

Durante la boda es costumbre que la novia llore abundantemente, mostrando el dolor por separarse de sus padres. Luego hay una gran fiesta. Los divorcios son raros, y costosos. Si la mujer no tiene hijos después de varios años, el marido puede tomar una concubina. Ya que entre ellos la continuidad familiar es muy importante, y se realiza a través del padre.

De hecho, el nombre del hijo toma la última palabra del nombre del padre. Así se han registrado genealogías de hasta 55 generaciones.

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