Festival Amatu o de la Diosa de la Aldea

El Festival Amatu, uno de los más importantes para los Hani, se celebra en honor de la diosa de la aldea. Aunque hay muchas leyendas en torno a él, la más extendida cuenta que en tiempos antiguos había un monstruo que aterrorizaba a los Hani, pues se alimentaba de personas. Para que dejara tranquilo a la gente había llegado a un acuerdo, por el que les exigía le sacrificaran cada año dos jóvenes muchachos.

Llegó un año en que le tocó el turno ser ofrecidos los dos hijos de Amatu. Ésta, negándose a perder sus hijos, buscó una solución. Así que por la noche se puso a cantar que la carne de vaca era mucho mejor que la de persona, hasta que el monstruo la escuchó. Amatu hizo un trato con el monstruo, por el que a cambio de dejar de alimentarse de carne humana, la aldea le ofrecería cada año dos bellas doncellas como esposas.

El monstruo aceptó. Amatu entonces disfrazó a sus dos hijos como chicas, escondiendo entre sus ropas afilados cuchillos. Entonces les instruyó para que, cuando el monstruo, borracho por las celebraciones de la boda se quedara dormido, sacaran sus cuchillos y le mataran.

Los hijos hicieron de esta forma. Los Hani desde entonces veneran a Amatu como la deidad protectora de su aldea.

El festival tiene cuatro etapas buen definidas por la tradición, con diversas actividades enfocadas a pedir la protección sobre la aldea, sus gentes, sus cultivos y su ganado. Es una fiesta de carácter eminentemente agrario.

El festival ha sufrido una gran transformación en los últimos años, acelerada posiblemente por la necesidad de darle colorido y convertirle en una atracción turística. Un rito de homenaje a una deidad femenina se ha convertido en un homenaje al dragón, en muchas de cuyas actividades más importantes las propias mujeres están excluidas.

Aparte del carácter sagrado de la celebración, los jóvenes cantan y bailan al ritmo que marcan sus tambores y címbalos.

Copyright © 2004 www.chinaviva.com