Vestidos de corteza de árbol de los Hani

En la aldea Manggou (芒果) del distrito Mengla de Xishuangbanna aún se mantiene la tradición de hacer ropas con corteza de árbol. Allí vive la rama Aini de los Hani, que debieron llegar a esa región hacia el siglo X de nuestra era. Zhao Fei, autora de un libro sobre los vestidos de corteza de árbol, descubrióen esa aldea a un anciano sentado en un cojín hecho con tela de corteza de árbol.

Extrañada le preguntó el motivo, el anciano Dan Nong le dijo que antiguamente eran tan pobres que no podían comprar ropa y algunas personas se vestían con tela hecha de corteza de árbol. Sabiendo que las teorías históricas y antropológicas, así como numerosas tradiciones, afirman que antes de descubrir el cáñamo y otras fibras, la humanidad se vistió con pieles de animales y cortezas de árbol, quiso saber si todavía recordaba la técnica de confeccionar estos vestidos. El anciano Dan Nong proporcionó instrucciones claras a su hijo Nong Cai, que bajo su dirección puso en práctica de nuevo una tecnología casi olvidada, que no se había utilizado en décadas, para crear un vestido de corteza de árbol. Un proceso que fundamentalmente consiste en cuatro pasos:

1. El primer paso es buscar el árbol adecuado. Los Aini utilizan para hacer ropa el árbol Antiaris toxicaría, que como su propio nombre indica tiene unos frutos y otros componentes venenosos, usados antiguamente para embadurnar las puntas de flechas y hacer mortal su herida. Una vez localizado el árbol se realizan unas pequeñas incisiones delimitando el área de trabajo, de la que se extraerá el tejido. El siguiente paso es quitar con cuidado la corteza interior, surgiendo ante la vista una corteza blanda y blanca, con la que se hará la propia tela. Una vez con el producto a la vista se cortará arriba y abajo en el tronco del árbol para delimitar la corteza a utilizar, que luego se irá separando laboriosamente del propio tronco del árbol, en un proceso que puede llevar la mayor parte de un día.

Chaleco de tela de corteza de árbol. Museo de las Minorías de Yunnan.

El segundo proceso es el lavado. Para ello se lleva la tela a un río donde se le sumerge y enjuaga una vez tras otra, sacudiéndole cada cierto tiempo para ir eliminando las durezas y otros materiales no deseados. Durante dos horas se moja, escurre y sacude la corteza del árbol hasta dejarla perfectamente limpia.

El tercer paso es el secado, para ello se cuelga la tela de un palo, colgándose de sus extremos dos piedras pesadas. Como el proceso e secado dura una semana las piedras contribuyen a estirar la tela, haciéndola más fina y extensa.

El cuarto paso es la confección propiamente dicha, en la que se corta y teje la tela para hacer faldas, chaquetas, mantas, bolsos o cojines.

El interés despertado entre la comunidad antropológica por el descubrimiento de esta tecnología olvidada, incitó a Nong Cai a seguir desarrollando este proceso. Sus productos se encuentran en exposición hoy en día en la Aldea de las Minorías de Kunming.

Zhao Fei. Muma jiaozi. Los hijos favoritos de Muma. Editorial de las Nacionalidades de Yunnan. 2011.

Muma es la diosa creadora Hani.

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