POEMAS DEL RÍOS WANG.- Wang Wei
Madrid, Editorial Trotta, 2004. Traducción y edición de
Pilar González España.
En los últimos años se han publicado en España
diversas traducciones de poesía clásica china, especialmente
de la poesía china de la dinastía Tang. Por ejemplo, del
libro que nos ocupa, Poemas del río Wang, de Wang Wei, tenemos
dos traducciones en español muy próximas en el tiempo de
su publicación: la primera traducción fue de Juan Ignacio
Preciado, con la colaboración de Clara Janés (Ediciones
del Oriente y el Mediterráneo, 1999), y esta segunda de Pilar González
España. Tampoco hay que olvidar la traducción realizada
por Anne-Hélène Suárez sobre el mismo poeta (99 cuartetos
de Wang Wei y su círculo, Pre-Textos, 2000). Estas traducciones
han conseguido que el nombre de Wang Wei ya no sea un total desconocido
en el ámbito de la poesía española y que su poesía
se sitúe a la altura de los otros grandes poetas de la dinastía
Tang, como Li Bai (701-762), Du Fu (712-770) y Bai Juyi (772-846)..
La edición que ha realizado Pilar González España
está inspirada en la que fue su tesis doctoral. Incluye dos traducciones,
una más literal (junto al texto original chino) y otra versión
personal de la traductora, lo que permite apreciar el trabajo en el proceso
de translación; la autora cree que la traducción literal
"no sólo perjudica extremadamente a la percepción que
pueda tener el lector occidental de la lengua china, sino que, además,
deforma completamente el mensaje, en este caso, poético. El lector
chino, al leer un poema, va comprendiendo el significado del mismo a través
de bloques semánticos, como ocurre con cualquier otra lengua occidental."
Además, cada poema va acompañado por un comentario de la
traductora, menos academicista y más cerca del ensayo poético.
Wang Wei (699-761) es uno de los grandes poetas de la literatura clásica
china. También fue un gran pintor, fundador de la llamada "escuela
del sur de pintura." Esta faceta artística va ligada estrechamente
a su poesía, porque Wang Wei fue el gran poeta de la poesía
de paisaje. Para acercarse a su obra, el lector debe tener en cuenta las
corrientes religiosas y de pensamiento que alimentaron espiritualmente
al poeta: el taoísmo y el budismo "chan" (Zen, en Japón).
En un principio, imbuido por el espíritu más inquieto de
la juventud, el taoísmo iluminó su sentido de la vida; más
tarde el budismo marcaría su existencia. Wang Wei se compró
una casa a las afueras de la capital, junto al río Wang, donde
se compusieron los poemas de este libro. Al morir su madre, construyó
un templo en su memoria. Inmerso en esta naturaleza, acompañado
por su buen amigo Pei Di, vivió en armonía en total soledad,
dedicado a la meditación, disipándose en el paisaje como
un elemento más de la naturaleza. Wang Wei siempre fue de carácter
solitario y amigo del retiro; junto al río Wang encontró
el lugar perfecto para alejarse del complicado mundo de la Corte. La voz
del hombre se disipa en medio de las montañas y los bosques. En
este mismo lugar encontró un refugio de paz después de la
agitada revuelta de An Lushan, que marcaría un antes y después
en la historia de la dinastía Tang, cuando tuvo que sufrir una
periodo de prisión acusado de traición.
Los poemas del río Wang se componen de 20 poemas, de cuatro versos
cada uno; cada verso está formado por cinco caracteres. La Naturaleza
es la esencia de toda la obra. La contemplación, la meditación,
la quietud y la soledad son los rasgos distintivos que marcan la lectura
de estos poemas. Wang Wei logra la plenitud con la poesía de paisaje.
Su faceta pictórica no se puede desligar de su creación
poética. Las dos artes confluyen en su forma de expresarse y de
manifestar su sensibilidad artística. Pintura y poesía,
poesía y pintura. El medio: el paisaje, la interiorización
de la contemplación de la naturaleza a través de la palabra.
En suma, esta versión de Wang Wei es una aportación muy
completa de uno de los poetas más importantes de la dinastía
Tang, la Edad de Oro de la poesía china, que nunca deja de sorprendernos
por su elevada calidad lírica.
JAVIER MARTÍN RÍOS
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