Presentando a los Ake

En el extremo occidental del municipio de Menghun, en el distrito de Menghai de la Prefectura Autónoma Dai de Xishuangbanna, hay tres aldeas situadas en tres pequeñas colinas separadas sólo por la carretera que conduce a Talou y la frontera con Myanmar (Birmania)

Son las tres aldeas donde viven los Ake.

Los Ake son una de las minorías no reconocidas de China. Debido a su escasa población, alrededor de 500 personas, ni siquiera pueden solicitar al gobierno su reconocimiento oficial como minoría (pues la ley exige una población mínima de 5.000 personas). En 1985 se les incluyó oficialmente entre una serie de grupos "aún por ser identificados", reconociendose de alguna forma sus diferencias con los pueblos que les rodean.

Sus tres aldeas se llaman: Aldea Vieja, Aldea Nueva y Aldea Media. Según dicen antes vivían todos juntos, pero el exceso de población provocó numerosos problemas, y se fueron separando en estas tres aldeas.

Su vida económica se centra en el cultivo del arroz. Sus campos bien cuidados se extienden hasta el pie de las montañas Bulangshan. También cultivan numerosos vegetales para su consumo, comercializando sus excedentes en el mercado de Menghun. Tienen un buen número de animales domésticos, especialmente gallinas, cerdos y vacas.

En sus aldeas hay electricidad y agua corriente. Hay una escuela en la Aldea del Medio a la que acuden todos los niños, y al pasar junto a sus casas la carretera de Myanmar, tienen unas comunicaciones especialmente buenas. Su situación económica general se puede considerar buena.

Sus viviendas son semejantes a las de los Dai de la zona, pero el piso bajo suele estar cerrado con maderas y ser habitable. El tejado es de tejas.

Como otros pueblos de la zona, los hombres visten como los campesinos vecinos, que cada vez se parece más a la forma de vestir de los varones de cualquier latitud. Las mujeres conservan su vestido tradicional, que visten habitualmente. Hay veces que por comodidad se quitan la chaqueta para trabajar, pero se la ponen de nuevo orgullosas si deciden posar para una fotografía.

No tienen un calzado especial. Posiblemente fueran descalzos hasta hace poco. Las mujeres más ancianas aún llevan unas polainas del tobillo a la rodilla, con cinco o seis franjas de diferentes colores. Las más jóvenes los han sustituido por unos pantalones negros con varias franjas de colores en su extremo inferior. La parte superior del cuerpo la cubre una chaqueta abotonada en el centro, cuya mitad superior es negra y la inferior tiene entre 15 y 20 franjas de llamativos colores. Van cubiertas con un gorro cuadrado que les cuelga por la espalda hasta la cintura.

Suelen llevar a los niños a la espalda, atados por un largo pañuelo. Su cabeza está cubierta con un gorro de colores en el que se han cosido numerosas monedas. Estos gorros son comunes entre otros pueblos de la zona, y se consideran que de alguna forma protege al niño.

Las más ancianas tienen grandes agujeros en las orejas, deformadas por grandes pendientes. Las jóvenes llevan pendientes más pequeños.

Dicen que antiguamente vivían más arriba en la montaña. Hace unos 20 años bajaron a esta tierra más fértil, pero desconocen de donde llegaron sus antepasados.

Sólo pueden tener dos hijos a pesar de su escasa población.

Dicen no recordar cuentos ni mitos, que los ancianos no les cuentan historias. Pero es normal que no deseen comunicar sus secretos a un extraño.

No tienen una religión organizada, pero se piensa que rinden culto a sus ancestros.

Su fiesta principal es el Año Nuevo, que celebran el 24 de noviembre lunar.

Sus tradiciones sólo parecen haberse conservado en el vestido, que hacen ellos mismos.

¿Cuántos ancianos quedan que sepan algo de su cultura?

Es difícil saberlo. Pero las noticias sobre la ampliación de la carretera que comunica Menghai con la frontera de Myanmar, hace temer que en unos años pocos años su cultura se pierda para siempre.

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